
A pocas horas del fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido este lunes 21 de abril, el Colegio Cardenalicio se prepara para una de las decisiones más relevantes en la vida de la Iglesia Católica: la elección del nuevo pontífice. Con 252 cardenales en total, solo 136 de ellos cumplen con el requisito de tener menos de 80 años para participar como electores en el cónclave papal, conforme al derecho canónico vigente.
México, el segundo país con mayor número de católicos en el mundo, cuenta con seis representantes en el Colegio Cardenalicio. De ellos, dos están habilitados para participar en la elección del próximo obispo de Roma: Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
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QUIÉNES SON LOS CARDENALES MEXICANOS CON DERECHO A VOTO EN LA CÓNCLAVE Y QUE PODRÍAN CONVERTISTE EN EL NUEVO PAPA
Carlos Aguiar Retes, nacido en 1950 en Tepic, Nayarit, fue ordenado sacerdote en 1973. Su formación incluyó estudios en el Seminario de Tepic y, posteriormente, en el Seminario de Montezuma, Nuevo México, en Estados Unidos. Regresó a México para continuar su preparación en el Seminario de Tula, Hidalgo.
A lo largo de su carrera ha ocupado cargos clave en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). En 2016, el papa Francisco lo creó cardenal. Su trayectoria ha estado marcada por una postura pastoral alineada con el espíritu de renovación eclesiástica que impulsó el pontífice fallecido.
Francisco Robles Ortega, originario de Jalisco, ha sido una figura destacada del episcopado mexicano. Inició su formación en el Seminario Menor de Autlán y posteriormente en el Seminario Mayor de Guadalajara, además de pasar por la Facultad de Teología en el Seminario de Zamora.
En 1991, el papa Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Toluca, y en 1996 asumió la Diócesis de Toluca. Más tarde fue arzobispo de Monterrey y, desde 2012, encabeza la Arquidiócesis de Guadalajara. En 2007 fue creado cardenal por el papa Benedicto XVI. Su experiencia al frente de la CEM y su cercanía pastoral lo colocan entre los candidatos latinoamericanos con mayor reconocimiento.
OTROS CARDENALES QUE PODRÍAN SUSTITUIR AL PAPA FRANCISCO PERO SIN DERECHO AL VOTO
Aunque no participarán en la votación por exceder los 80 años de edad, otros cuatro cardenales mexicanos forman parte del Colegio Cardenalicio.
Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, nació en 1939 en Celaya, Guanajuato, y fue nombrado cardenal en 2015 por el papa Francisco.
Felipe Arizmendi Esquivel, originario del Estado de México, nació en 1940 y fue designado cardenal en 2020.
Juan Sandoval Íñiguez, nacido en 1933 en Jalisco, fue arzobispo de Guadalajara desde 1994, y creado cardenal por Juan Pablo II.
Norberto Rivera Carrera, originario de Durango, nació en 1942. Fue obispo de Tehuacán y más tarde arzobispo primado de México durante más de dos décadas.
LA CÓNCLAVE: UN PROCESO COMPLEJO Y CONFIDENCIAL PARA ELEGIR AL NUEVO PAPA
La elección del nuevo pontífice tendrá lugar dentro de un periodo de 15 a 20 días a partir del fallecimiento del papa Francisco. El proceso, conocido como cónclave papal, es llevado a cabo bajo estrictas medidas de confidencialidad y se celebra en la Capilla Sixtina, en el Vaticano.
Solo participan los cardenales menores de 80 años, quienes votan en secreto hasta alcanzar una mayoría de dos tercios. Se pueden realizar hasta cuatro votaciones por día. En caso de que no se logre un consenso tras tres días consecutivos, se hace una pausa de 24 horas para la oración y la reflexión. Si luego de otros siete ciclos de votación no se elige a un nuevo pontífice, el proceso se limita a los dos candidatos más votados en la ronda anterior.
Nueve cardenales —elegidos al azar— son responsables de organizar y supervisar las votaciones. De ellos, tres actúan como escrutadores, tres recogen los votos y tres los revisan. Esta tradición ha permanecido casi inalterada desde hace más de ocho siglos.
La elección del nuevo pontífice no solo definirá a la persona que ocupará la Silla de Pedro, sino también la orientación futura de la Iglesia Católica. En la actualidad, las posturas entre los cardenales varían ampliamente en lo teológico, lo pastoral y lo político.
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¿QUÉ TIPO DE PAPA SE ELEGIRÁ?
Inés San Martín, periodista especializada en asuntos vaticanos y actual vicepresidenta de Comunicación de las Obras Misionales Pontificias, explica que uno de los dilemas más relevantes en este cónclave será la continuidad o no con el enfoque pastoral de Francisco. “La gran pregunta que tienen que resolver los cardenales ahora es si quieren un Papa europeo o no. Esta pregunta también puede leerse como: ¿quieren continuidad con el papado de Francisco o no?”, señaló.
Según San Martín, la posibilidad de que el próximo Papa provenga de América Latina es reducida, mientras que la probabilidad de que provenga de Estados Unidos es prácticamente nula, en parte por el peso geopolítico de ese país dentro y fuera de la Iglesia. En cambio, los cardenales africanos ganan terreno como opciones viables, entre ellos el congoleño Fridolin Ambongo Besungu y el nigeriano Peter Ebere Okpaleke, quienes se distinguen por su experiencia pastoral en contextos de fuerte complejidad social y religiosa.
La atención del mundo se mantiene centrada en Roma, donde las banderas ondean a media asta y los preparativos para las exequias del papa Francisco avanzan bajo estrictos protocolos. La Santa Sede recibirá en los próximos días a jefes de Estado, líderes religiosos y millones de fieles que acudirán a rendir homenaje al pontífice fallecido.
Mientras tanto, dentro de los muros del Vaticano, el Colegio Cardenalicio comienza las deliberaciones que marcarán el rumbo de la Iglesia en las próximas décadas. La elección de un nuevo Papa, además de ser un acto espiritual y canónico, representa también un mensaje simbólico sobre el futuro del catolicismo en un mundo en constante cambio.