
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, compartió recientemente uno de los momentos más personales y significativos de su etapa como candidata presidencial: su visita al Vaticano para reunirse con el Papa Francisco.
El encuentro, según relató, no fue parte de un acto oficial ni protocolario, sino una conversación íntima facilitada por amigos cercanos al Pontífice, en un espacio más privado y alejado de las cámaras. A diferencia de otras figuras políticas que han acudido al Vaticano con acompañamiento institucional, Sheinbaum fue invitada al departamento personal del Papa, un gesto que subraya la naturaleza amistosa y cálida del encuentro.
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UNA FRASE QUE RESUENA: HUMANISMO EN ACCIÓN
Durante el intercambio con la prensa, Sheinbaum citó una de las frases que más la marcó del líder católico:
“Nadie debe mirar a alguien de arriba abajo, salvo para darle la mano y levantarlo”.
La presidenta aseguró que esa breve reflexión sintetiza un humanismo profundo que debería guiar el actuar de toda persona, sin importar su rol público o privado. En su opinión, este tipo de pensamiento refleja la esencia del Papa Francisco, quien ha sido admirado mundialmente por su humildad, cercanía con los pueblos y preocupación por las causas sociales.
“Ese pensamiento lo he dicho varias veces porque me parece que en muy pocas palabras muestra su humanismo y además lo que debemos ser todos los seres humanos”, declaró la mandataria.
UN MOMENTO MUY ESPECIAL EN SU CAMINO POLÍTICO
Sheinbaum agradeció al Papa Francisco, pero también a los hermanos Suleimán, quienes fueron clave para que este encuentro se hiciera posible. Reconoció que fue un momento que la marcó no solo como figura política, sino a nivel personal, reforzando su visión de un liderazgo cercano, empático y con compromiso social.
“Realmente fue un momento muy especial, y le agradezco a él y a los hermanos Suleimán por haberme permitido llegar hasta ahí”, expresó con emoción.
PRUDENCIA SOBRE LA SUCESIÓN EN EL VATICANO
Ante las preguntas de la prensa respecto a quién podría suceder al Papa Francisco en la dirección de la Iglesia católica, Sheinbaum fue clara y prudente:
“Ahí no nos corresponde”.
Evadiendo especulaciones sobre la futura elección del nuevo Pontífice, reiteró su respeto por la institucionalidad del Vaticano y por las decisiones que tomen dentro del seno de la Iglesia.
La presidenta también informó que el Gobierno de México evaluará la asistencia de algún funcionario a los funerales del Papa Francisco, aunque señaló que actualmente el embajador mexicano ante la Santa Sede ya se encuentra presente.
“Está ahí nuestro embajador y vamos a ver si alguien asiste, pero siempre nuestro cariño, nuestro pésame, siempre”, agregó.
DATOS CURIOSOS DEL ENCUENTRO ENTRE SHEINBAUM Y EL PAPA FRANCISCO
• No fue una visita oficial: El encuentro ocurrió cuando Claudia Sheinbaum aún era candidata, y se dio en un entorno privado, no protocolario.
• Inspiración humanista: La frase del Papa que más la conmovió es una enseñanza sobre empatía y apoyo mutuo.
• Una conexión a través de terceros: La reunión fue posible gracias a los hermanos Suleimán, quienes tienen vínculos cercanos con la comunidad religiosa.
• Diferencias políticas: Mientras Sheinbaum fue invitada a un espacio privado por amistad, su entonces contrincante Xóchitl Gálvez tuvo un encuentro oficial impulsado por partidos políticos.
• Respeto institucional: Aunque se le preguntó por el sucesor del Papa, Sheinbaum prefirió no opinar por respeto al proceso interno del Vaticano.
UN GESTO QUE TRASCIENDE LA POLÍTICA
El recuerdo de Claudia Sheinbaum sobre su reunión con el Papa Francisco va más allá de una anécdota electoral. Refleja una conexión emocional con el mensaje del Pontífice y con la figura de un líder espiritual que marcó a millones con su humildad y compromiso con la justicia social.
Este tipo de experiencias también revelan una faceta más íntima de las figuras públicas, donde las convicciones personales se alinean con los valores que buscan transmitir en su gestión. En el caso de Sheinbaum, su visión de un gobierno con enfoque social y humano parece haber encontrado inspiración en las enseñanzas del Papa Francisco.
UNA HERENCIA DE HUMANISMO Y MEMORIA COMPARTIDA
El legado del Papa Francisco permanece vivo en millones de personas alrededor del mundo. En México, su paso dejó huellas profundas no solo en los fieles, sino también en quienes lo conocieron y compartieron con él momentos personales, como Claudia Sheinbaum.
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Su mensaje de humildad, empatía y apoyo mutuo resuena especialmente en tiempos donde los liderazgos requieren más que decisiones: necesitan una brújula ética y espiritual. La presidenta recordó a Francisco no solo como una figura religiosa, sino como un ejemplo de humanidad, y ese gesto habla también del tipo de país y de política que busca construir.
En tiempos de cambio, el eco de sus palabras sigue recordándonos que la verdadera grandeza nace de tender la mano al otro.