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Esmirna Barrera: Pensar para ilustrar… el reto de transformar ideas en imágenes

Esmirna Barrera: Pensar para ilustrar… el reto de transformar ideas en imágenes

¿Qué hace que una ilustración realmente comunique? Para Esmirna Barrera, ilustradora y docente en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila, la clave está en pensar antes de dibujar. No basta con una técnica pulida o un trazo firme; lo esencial es trasladar conceptos complejos a imágenes que conecten de manera genuina con el espectador.

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Esta convicción fue el motor detrás de “Cognitografía”, una metodología que Esmirna desarrolló para enfrentar el mayor reto que tenía en el aula: enseñar a conceptualizar ideas visuales. “Yo sabía cómo lo hacía en el campo laboral, pero enseñar eso a otros fue un reto enorme”, cuenta. “No basta con decirle a alguien qué dibujar, porque no se trata solo de representar algo, sino de conceptualizar desde cero”.

ILUSTRAR DESDE EL PENSAMIENTO: UNA METODOLOGÍA QUE TRASCIENDE

El método no surgió de la nada. Esmirna, que además de ilustradora es docente desde hace años, sabía que enfrentarse a una hoja en blanco puede ser tan intimidante como intentar explicar un concepto sin palabras precisas. “Es como cuando dices algo que más o menos te hace entender, pero no del todo. Eso mismo pasa con lo visual: no se trata de tomar lo primero que encuentras en una galería digital y decir ‘esto sirve’, sino de construir algo preciso y auténtico”, comenta.

Para estructurar esta metodología desde un enfoque teórico sólido, Esmirna contó con el apoyo de Alejandro Pérez Cervantes y Argelia Dávila, académicos de la misma facultad, quienes colaboraron en la validación de los procesos educativos. Alejandro, quien dirigió su tesis, dice que el trabajo de Esmirna va más allá de la técnica: “No es solo dominar una herramienta, sino profundizar en el pensamiento visual y crítico. Esmirna no solo se adentró en el ámbito práctico, sino que incorporó conceptos complejos como la hermenéutica, la semiótica y la retórica para fundamentar el proceso de creación de imágenes”.

ILUSTRACIÓN CONSCIENTE: ENTRE EL TRAZO Y LA REFLEXIÓN

Una de las claves de “Cognitografía” es que no prioriza el uso de herramientas tecnológicas, sino el pensamiento detrás de cada decisión visual. Aunque la inteligencia artificial ha abierto nuevas posibilidades para el diseño gráfico, Esmirna considera que su uso debe ser consciente y fundamentado. “La IA puede generar imágenes que más o menos comunican lo que quieres, pero no siempre son precisas ni tienen el pensamiento crítico detrás”, reflexiona.

Alejandro coincide: “La creatividad no es una habilidad espontánea, es el resultado de procesos de pensamiento profundo. La IA está ahí, pero si el ilustrador no tiene claro qué quiere comunicar, solo obtendrá resultados genéricos”.

TRANSFORMAR IDEAS EN IMÁGENES: EL DESAFÍO CONSTANTE

El proceso creativo no siempre es fácil. Para Esmirna, pasar de la idea a la práctica implica un trabajo constante y mucho esfuerzo. Durante su maestría, compaginar su labor docente, su trabajo como ilustradora y el desarrollo de su tesis fue un desafío constante. “Hubo momentos en que sentí que no podía más, pero ver el resultado final me llena de orgullo”, comparte.

Este esfuerzo no quedó solo en el aula. Tras obtener mención honorífica en su examen profesional, Esmirna presentó su metodología en el Premio Nacional de Diseño 2024, motivada por Alejandro. “Cuando leí su tesis, supe que tenía el potencial para competir a nivel nacional”, recuerda. “Y verla ahora expuesta en el Museo Franz Mayer es un logro histórico para nuestra universidad”.

EL LOGRO QUE TRANSFORMA LA ENSEÑANZA DE LA ILUSTRACIÓN

La metodología de Esmirna se ha convertido en un referente para docentes e ilustradores que buscan profundizar en el pensamiento visual. “No es cualquier cosa estar en el Franz Mayer. Es uno de los museos más emblemáticos del país y tener una propuesta académica ahí es un reconocimiento al esfuerzo continuo. Esmirna no solo innovó en el aula, sino que llevó su método al ámbito nacional”, comenta Alejandro.

Además, este logro refleja un esfuerzo colectivo en la Facultad de Artes Plásticas, donde el cuerpo académico ha trabajado en fortalecer el enfoque teórico en la enseñanza de las artes. Según Alejandro, este impulso ha llevado a integrar programas de posgrado como la Maestría en Arte y Diseño, consolidando una línea de trabajo más reflexiva y crítica que busca transformar la enseñanza artística.

Para Esmirna, la docencia y la ilustración no son caminos separados. Enseñar lo que ella misma ha vivido como creadora le ha permitido consolidar su propuesta metodológica con un enfoque práctico y accesible. “Ver a mis estudiantes conceptualizar algo que al principio les parecía imposible es la mayor recompensa”, expresa.

GRACIAS POR NO RENDIRTE

Pensando en una carta hacia la Esmirna del pasado, la ilustradora reflexiona sobre los desafíos que ha enfrentado en su carrera. Tras una pausa, sonríe y dice: “Estoy muy orgullosa de que no te hayas rendido. Nunca. Gracias por nunca rendirte”.

Cabe recordar que la exposición estará abierta al público hasta octubre en el Museo Franz Mayer y que, el arte visual no solo se crea: también se piensa y se reflexiona.

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