
Tras haber vivido 15 años Chiapas, aprendiendo los secretos de la gráfica con algunos de los mejores maestros en esta disciplina que hay en el país, Josemartí Castro quedó fascinado por el potencial del buril, la tinta y la prensa.
Por eso al volver a Saltillo decidió sacarle provecho a espacios como el taller de gráfica Elena Huerta, en el Museo de Artes Gráficas, por medio de una residencia cuyos resultados se presentan en el exposición “El bucle del cronopio del tiempo” que se inauguró el pasado jueves en Residencias Corona.
“Yo soy de Saltillo pero me fui a estudiar a Tuxtla Gutiérrez y luego a vivir a San Cristobal. Ahí estuve viviendo once años. Regresé hace como dos años”, compartió el artista para VANGUARDIA, “yo estuve ese tiempo dividido en tres talleres distintos, como San Caralampio, luego estuve en Gráfica Maya y luego en Taller Rodante. Posteriormente puse mi propio taller y ahí hice mucha producción”.
A su regreso a la ciudad asegura que observó “una carencia de cultura y el arte del grabado es muy efímero”, por lo que buscó generar un proyecto para dar a conocer las diferentes técnicas de esta disciplina.
Para esta exposición desarrolló una serie de desnudos femeninos en técnicas como xilografía, linóleo, aguafuerte y aguatinta, punta seca, poliestireno, trovicel y sobre tetrapak —el grabado menos tóxico—, con diferentes tratamientos de color y línea.
“Estoy haciendo un homenaje al primer maestro que tuve en la infancia [en Saltillo], un maestro grabador llamado Guillermo Guzmán, que vivió mucho tiempo en mi casa. Busco hacer un tributo, cómo él hacía su propia línea, busqué esa línea para trabajar las obras”, expresó.
A la par, y siguiendo ese mismo objetivo de difundir la gráfica, comenzó a hacer intervenciones urbanas. Asimismo, se su trabajo en el taller Elena Huerta señaló que también hizo grabados monumentales y experimentó con técnicas menos tóxicas y reutilizables.
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“Más que la cuestión de la escuela yo creo que lo que más me gustó de allá fue la solidaridad y la hermandad que hay en ese pueblo, te cobijan aunque tú no eres de ahí”, recordó sobre su estadía en tierras chiapanecas.