CULIACÁN- Poco menos de 700 animales rescatados fueron reubicados en un parque ecoturístico adaptado en Mazatlán, Sinaloa.Ernesto Zazueta, director del santuario Ostok y presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), señaló que su equipo y su familia han sido víctimas de amenazas, extorsiones y hasta robos por parte del crimen organizado.TE PUEDE INTERESAR: Descendientes de los Hipopótamos de Pablo Escobar tendrán nuevo hogar en el Santuario Ostok en Culiacán”Nos vamos porque corremos el riesgo de que a mi equipo y a mí nos suceda algo”, expresó.”No se puede seguir operando en un entorno donde la violencia pone en peligro la vida de todos, incluso de los animales”.La situación se volvió insostenible para Zazueta desde que comenzó la “guerra” entre dos facciones del Cártel de Sinaloa el 9 de septiembre de 2024. Ese día estallaron enfrentamientos, bloqueos, retenes y cierres de caminos rurales.Estas condiciones impidieron el acceso de insumos básicos al santuario como alimentos, medicinas y personal de cuidado. El centro, explicó Zazueta, necesita al menos una tonelada de carne de res y pollo cada tres días, además de 350 kilos de alfalfa y zacate para alimentar a su población animal, pero eso ya no era posible.”Los animales se empezaron a ver afectados de salud porque no podíamos llegar con alimento. Muchas veces había bloqueos, o los proveedores no podían entrar por las condiciones de violencia”, explicó.Entre las especies trasladadas se encuentran tigres de bengala, elefantes, leones africanos, cocodrilos, hipopótamos, aves exóticas y ciervos, muchos de ellos rescatados del tráfico ilegal y el abandono en domicilios del Estado.Las especies fueron llevadas al “Bioparque El Encanto”, propiedad del empresario Raúl Ricardo Villavicencio, en la localidad de Camacho, a las afueras de Mazatlán.‘UNA ESPECIE DE ARCA DE NOÉ’En lo que va del conflicto armado, 14 felinos han sido asegurados en cateos realizados por fuerzas federales. Algunos fueron localizados en casas abandonadas utilizadas para actividades criminales.Sin embargo, estos animales no pudieron trasladarse momentáneamente a Mazatlán por estar sujetos a procesos legales con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).El santuario tiene bajo resguardo a más de 200 ejemplares en condiciones similares, pero con autorizaciones vigentes que permitieron su reubicación.TE PUEDE INTERESAR: Trasladan a Sinaloa a cuatro oseznas huérfanas rescatadas por el Museo del Desierto de SaltilloPara Zazueta, este traslado masivo representa mucho más que una acción logística:”Esta caravana de animales es una especie de Arca de Noé en pleno siglo XXI. Pero esta vez, los animales no huyen de un diluvio, sino de la inseguridad, el miedo y la zozobra”, expresó.”Y este hecho lleva consigo un mensaje doloroso: si los animales ya no pueden vivir en Culiacán, ¿quién puede hacerlo?”.El caso del santuario Ostok es un nuevo testimonio del impacto del crimen organizado en Sinaloa, donde la violencia no sólo ha obligado el desplazamiento de familias, también a cientos de animales que dependen del resguardo y la protección.Por Marcos Vizcarra, Agencia Reforma.
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